Me gusta pensar que estás sonriendo...

miércoles, 4 de mayo de 2011

Hoy es uno de esos días

Hoy es uno de esos días
en los que no quieres hacer nada.
Hoy es uno de esos días
en los que dormirías a todas horas.
Hoy es uno de esos días
en los que te agota pensar en todo lo que tienes que hacer y no harás.
Hoy es uno de esos días
que mañana recordaré como inútil.
Hoy es uno de esos días
que acaba con el optimismo.
Hoy es uno de esos días
que se tiñe de gris.
Hoy es uno de esos días
por los que preferirías no pasar.
Hoy es uno de esos días
por los que los días llenos de color se revalorizan.
Hoy es uno de esos días
por los que pierdes el tiempo.
Hoy es uno de esos días
que realmente son solo tardes.
Hoy es uno de esos días
que realmente no son tan malos.
Hoy es uno de esos días
que realmente te ayudan a reflexionar.
Hoy es uno de esos días
que me hacen pensar en ti.
Hoy es uno de esos días
que me hacen pensar en mi.
Hoy es uno de esos días
que me hacen pensar en todo lo que me rodea.
Hoy es uno de esos días
que me hacen darme cuenta de la suerte que tengo y
de la que podría tener si no convirtiera días alegres en uno de esos días.


"Todo depende del cristal con que se mire"

jueves, 21 de abril de 2011

Dame una semana

Estaba tocando tu pelo, tu cara, mirándote a los ojos. Estaba frente a ti, navegando en tu mirada, intentando saber que tenías escondido.
No podía dejar de mirarte.
Tus ojos se fijaban en mi, pero también se movía, inquietos, observando todo a su alrededor, como siempre, inquisitivos.
Dije algo, no recuerdo el que pero sonreí, y tú, tú también sonreíste.
Recuerdo ese momento, recuerdo lo que había pasado antes, el nudo en la garganta al imaginar... aquello, algo que sigue produciendo prácticamente la misma sensación en mi, y lo sabes.
Me pararía en ese instante en el que intenté navegar en tu mirada, me quedaría allí horas. Quizás no lo recuerdes, o quizás sí, quien sabe.
Tengo ganas de lanzar un grito al aire, de no perder más el tiempo, de lanzarme a la piscina de cabeza pese al miedo a que no tenga agua.
Pero intento meter primero el pie para comprobar la temperatura y no me dejas, me recuerdas todo lo que paso después de ese instante frente a frente, el frío, la indiferencia.
No se que quieres, y no puedo preguntártelo, ojala buscases lo mismo.
Igual quieres repetir esos instantes...
Pero se que no vas a perseguirme y yo me canso de presionarte, vas a acabar odiándome.
Piensa bien en lo que quieres y en lo que estas dispuesto a dar.
Si crees que es suficiente, dame una semana, y jugaremos de nuevo.

domingo, 10 de abril de 2011

No se ni si pararme a pensar.

Tardes desperdiciadas en hacer lo que no debía, en darle un respiro a la mente.
Tengo ganas de divertirme,
contigo o con quien sea.

martes, 22 de marzo de 2011

Vida, empieza a buscar.

Pese a que cada día cambia tu nombre cada vez haces lo mismo, pese a que tu cara se transforma nunca cambias tu modus operandi.
Odio cada pequeña cosa que haces, pero odio aún más que gran parte del problema estuviese en mi,porque lo subsanas en otras circunstancias, con otras personAs...

Vida, espero que algún día te acuerdes bien de mí, dame un poco de eso que repartes por ahí, pero antes quiero hacer algo... así que mejor espera a que me desmelene.

Pero prometo que te encontraré, y tú a mi, paciencia.

sábado, 19 de marzo de 2011

jueves, 10 de marzo de 2011

Ni contigo ni sin ti, sin mi contigo, sin ti conmigo.

"Más conmigo que sin mi, por tanto, más contigo que sin ti;pero entonces, más sin mi que conmigo y más sin ti que contigo. Ni conmigo ni sin mi, ni contigo ni sin ti, hasta que más conmigo que sin mi y más sin ti que contigo. Y vuelta a conmigo sin contigo y a mi sin ti."





"Y mucho tiempo perdido por pensar en si contigo o sin ti, prefiero quedarme conmigo que no es nada sin mi."

¡Cosas de "capri-chosos"!

sábado, 12 de febrero de 2011

A mí no me engañas


Me he sentido mil veces como el zorro de El Principito, me he dejado domesticar en demasiadas ocasiones para ver como se aleja el culpable dejándome infinitas cosas que recordar al ver el" trigo" correspondiente. Tantas cosas... y no todas agradables.
Nos ha pasado a tantos...

Pero la vida sigue y miras quieto como se alejan y,
aún cuando ya no puedes verlos, sigues mirando, esperando a que llegue otro. Siempre mirando al frente con la misma esperanza del principio, pensando que la próxima vez será diferente.
Y ves que te equivocas. Pero si recapacitas ves que siempre hay algo que se diferencia y sonríes y lloras y no sabes que hacer y te maldices a cada instante por no haber reaccionado como crees que debías, aunque luego creas que otra reacción diferente era la correcta. Y te enfadas contigo mismo, y con el otro y con cada uno de ellos.
Crees entenderlos, realmente intentas hacerlo, pero no puedes, te ves incapaz de conseguirlo, atado de pies y manos, amordazado para mas inri.
Y te prometes no volver a cometer el error de mirar al frente con la misma esperanza del principio. Pero vuelves a tropezar con la misma inmensa y pesada piedra.
Y piensas, piensas mucho, intentas recordar si en algún momento fuiste tú quien domesticó a otro, pero no, nunca, y negarías lo contrario.Porque incluso cuando crees que alguna vez pudiste ser tú te lo piensas mejor y lo niegas, te ves incapaz de haberlo hecho, y menos aún de que a alguien le pudiese importar tu partida, tú no sabes domesticar. Y te vuelves a enfadar, a indignar.
Les echas en cara su comportamiento, aún cuando eres consciente de que es peor el tuyo.

Quieres engañar al mundo asegurando que sabes lo que pasa. Pero no tienes ni la más remota idea, no sabes que hacer con las consecuencias de tus actos y tampoco sabes si quieres hacer algo, no sabes que sientes ni que quieres sentir, no sabes nada.
Y así yo tampoco puedo saber nada, absolutamente nada.
No tienes ni idea de lo que estás tejiendo con tus propias manos, no tienes ni la más mínima idea del alcance que pueden llegar tener tus palabras.

No eres consciente de lo que siento, ni quieres serlo.

Y te centras en el último riñéndole en silencio, descargando tu ira sin que se entere, como hiciste con los anteriores, con aquellos que incluso no valoraste jamás.
Siempre, SIEMPRE, te empeñarás en echarle la culpa a alguno de ellos, porque reconocer que eres el culpable, que tú eres el que debe cambiar es la cruda realidad, y como cruda que es es demasiado dura para afrontarla, y no nos gusta, a nadie.

Es mejor seguir mirando al frente con la misma esperanza del principio, pensando que la próxima vez será diferente. Por que a tu alrededor hay gente con otra suerte, y tú quieres ser uno más.