En tu mente se acumulan las imágenes, aquellas que te llevaron a un estado que jamás podrías describir con palabras. No sabes qué quieres hacer de tu vida, solo quieres desaparecer sin dejar rastro. No existe nada que merezca que te levantes, nada que valga la pena.
No te gustas.
Estas lleno de odio.
Odio a todo lo que eres.
Intentas explicarte.
Nadie lo entiende, estas solo.
Solo pero acompañado.
Acompañado por un sentimiento profundo.
Un rencor visceral a aquello que representas.
Pero he de confesar una cosa... YA NO ME IMPORTA NADA.