El pasado me persigue, no me deja avanzar, siento su aliento en mi nuca cuando me susurra, cuando me suplica que vuelva a ser como entonces. Pero al girar mi cabeza me encuentro con un rostro vomitivo que deja entrever que algún día fue hermoso.
El paso del tiempo no perdona a quien queda anclado,pero tampoco ayuda a quien intenta huir de él apresurado.
Te confieso, amigo mío, que no puedo evitar ignorarte, por aquello que fui y que ya no quiero ser más. No me mandes señas para volver a atraparme.
Pasado, no intentes convertirte en mi futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario