Me gusta pensar que estás sonriendo...

jueves, 21 de abril de 2011

Dame una semana

Estaba tocando tu pelo, tu cara, mirándote a los ojos. Estaba frente a ti, navegando en tu mirada, intentando saber que tenías escondido.
No podía dejar de mirarte.
Tus ojos se fijaban en mi, pero también se movía, inquietos, observando todo a su alrededor, como siempre, inquisitivos.
Dije algo, no recuerdo el que pero sonreí, y tú, tú también sonreíste.
Recuerdo ese momento, recuerdo lo que había pasado antes, el nudo en la garganta al imaginar... aquello, algo que sigue produciendo prácticamente la misma sensación en mi, y lo sabes.
Me pararía en ese instante en el que intenté navegar en tu mirada, me quedaría allí horas. Quizás no lo recuerdes, o quizás sí, quien sabe.
Tengo ganas de lanzar un grito al aire, de no perder más el tiempo, de lanzarme a la piscina de cabeza pese al miedo a que no tenga agua.
Pero intento meter primero el pie para comprobar la temperatura y no me dejas, me recuerdas todo lo que paso después de ese instante frente a frente, el frío, la indiferencia.
No se que quieres, y no puedo preguntártelo, ojala buscases lo mismo.
Igual quieres repetir esos instantes...
Pero se que no vas a perseguirme y yo me canso de presionarte, vas a acabar odiándome.
Piensa bien en lo que quieres y en lo que estas dispuesto a dar.
Si crees que es suficiente, dame una semana, y jugaremos de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario