Perdimos el tiempo con cosas que carecían de importancia, olvidamos que una sonrisa vale más que mil palabras, dejamos que la alegría se fuese mientras se moría el encanto...
Me entristece pensar en momentos pasados que me hacían feliz, pero me gusta recordar cada pequeño instante en que esa fabulosa vibración recorría mis venas.
Estoy orgullosa de haber disfrutado cada instante,
pudiendo recordar aún las sensaciones que me invadían.
Pero siempre con la confianza de que todo irá a mejor.
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